Cada día es más común oír a personas con problemas jurídicos que han caído en las famosas “letras pequeñas”, claro está, la mayoría de las veces debido a que no leemos debidamente los documentos que firmamos. La buena redacción de un contrato o acuerdo de voluntades entre dos o más personas no depende tanto de su extensión o del lenguaje técnico que se utilice, lo cual por supuesto es importante, sino más bien de la claridad, naturalidad y exactitud con que haya sido descrito su contenido, es decir sus cláusulas o términos contractuales; de manera que de su simple lectura se pueda entender razonablemente lo que las partes intervinientes quisieron decir y, especialmente, cuales son los derechos y obligaciones que a cada uno le corresponden.
No seguir esta simple premisa puede acarrearnos una serie impredecible de consecuencias desagradables, todo por no haber evitado a tiempo la utilización de términos oscuros o ambiguos, o también por haber utilizado términos entendibles, pero no acordes con la verdadera intención de las partes, con la naturaleza del respectivo contrato o con sus alcances esperados.
Ahora que entiende las ventajas y consecuencias de la apropiación de la cláusula compromisoria para la resolución de conflictos, es fundamental que ponga en manos de expertos la redacción de la misma y minimizar así posibles riesgos y perjuicios. En MARTINEZ &ASCANIO podemos asesorarle para que sus contratos se blinden jurídicamente con la adecuada formulación de la cláusula compromisoria. (Conozca más acerca de la Responsabilidad Contractual)
Luis compró un apartamento a una constructora y no se estipuló bien en el contrato cuando, o cómo se iba a entregar el apartamento; después de 2 años Luis tuvo que demandar la interpretación del contrato y la entrega del inmueble. Este proceso duró por congestión judicial 3 años, y no recuperó el dinero que había aportado al proyecto.
Moraleja: Pactar bien las cláusulas de un contrato que sean claras, expresas y exigibles y pactar una clausula compromisoria que en caso de controversia se acuda a la conciliación primero antes de desgastarse en un proceso judicial.